jueves, 9 de junio de 2011

VIEJA FRIENDO HUEVOS

Se trata de una obra realizada al óleo sobre lienzo pintada por Velázquez en su primera etapa como pintor en Sevilla, antes del 1622, en que va a viajar a Madrid donde posteriormente se instalará.


Vemos pues que se trata de un tema de la vida cotidiana, con modelos que toma de la vida popular, constituyendo una de los denominados “cuadros de cocina”. Muchos de sus modelos se repiten, por lo que cabe suponer que pertenecían a su entorno familiar.
Por último cabe mencionar la extraordinaria calidad en la representación de las calidades táctiles y visuales de los objetos, en las que se muestra como un verdadero maestro, baste mirar la botella con el líquido, el cuenco de cerámica blanca y la verosimilitud de la representación de los huevos al freírse, en los que el aceite chisporrotea.
EL autor de la plaza mayor es Juan de Herreras por ordenes de Felipe II porque la corte se tralado a Madrid en 1561.Diego Sillero se encargo de solar la antigua lonja.
En 1617, Felipe III, encargó la finalización de las obras a Juan Gómez de Mora, quién concluirá la plaza en 1619.

LAS MENIMAS

Las Meninas
El tema del cuadro parece trivial, la infanta y sus damitas de compañía (meninas en portugués) irrumpen en el estudio de Velázquez, pintor de cámara del rey Felipe IV, que se encuentra pensativo y observa los modelos que se dispone a pintar. Nosotros podemos ser esos modelos ya que somos contemplados por Velázquez. Sin embargo, los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, a quienes vemos reflejados en el espejo del fondo, son las personas que el pintor retrata.
Un poco más atrás, a la izquierda, está el pintor Velázquez sujetando un pincel en la mano derecha y la paleta con los demás pinceles en la izquierda.
Técnicamente el cuadro es insuperable. El conjunto de perspectivas utilizadas es único y produce un efecto “atmosférico” en el ambiente representado, como si el pintor hubiese pintado el aire entre las figuras.
Por otra parte, el espejo es la burla espacial por antonomasia, nos engaña y confunde, crea espacios ilusorios y, si te colocas de espaldas y miras el cuadro con un espejito, te llevarás una sorpresa por el efecto fuertemente realista que produce.

LA VENUS DEL ESPEJO

Es uno de los pocos desnudos de la pintura española, junto a La Maja Desnuda de Goya. Es el único que se conoce de Velázquez, aunque parece que pintó otros.

El simbolismo explícito del cuadro se traduce en que Cupido, hijo de Venus, que es el amor, sostiene un espejo, en el que queda reflejado el rostro de la diosa de la belleza.
La figura alada de Cupido presenta los brazos delicadamente atados. Así, el amor es preso de la belleza. Venus se autocomplace, con cierto desdén, en la observación de su hermosura: Es la vanidad narcisista. El espectador asume un papel ciertamente voyerista, compartiendo con el ángel la visión del cuerpo femenino, mórbidamente recostado,
ofreciendo su dorso .
Velázquez recrea el mito erótico, ocultando el sexo y haciendo
visible el rostro en el espejo, implicando lúdicamente al observador en la contemplación de su obra.
El cuadro ha perdido parte de la perspectiva aérea tan característica de Velázquez, debido a los avatares históricos sufridos y en parte tambien por las malas restauraciones que se le han realizado.
En 1914 la sufragista inglesa Mary Richardson, impulsada por su fanatismo, pues consideraba que degradaba la imagen de la mujer a un mero objeto sexual, le asestó siete puñaladas.

LA CONVERCIÓN DE SAN PABLO

La conversión de San Pablo es uno de los mayores acontecimientos del siglo apostólico. Así lo proclama la Iglesia al dedicar un día del ciclo litúrgico a la conmemoración de tan singular efemérides.
La caída del caballo representa para Pablo un auténtico punto sin retorno. "Todo lo que para mí era ganancia, lo tengo por pérdida comparado con Cristo. Todo lo tengo por basura con tal de ganar a Cristo. Sólo una cosa me interesa: olvidando lo que queda atrás y lanzándome a lo que está delante, corro hacia la meta, hacia el galardón de Dios, en Cristo Jesús". Pablo es llamado "el Primero después del único".
La vocación de Pablo es un caso singular. Es un llamamiento personal de Cristo. Pero no quita valor al seguimiento de Pablo.

LA INCREDULIDAD DE SANTO TOMÁS

De Caravaggio se ha dicho que fue un revolucionario tanto por su vida turbulenta como por su pintura.

La incredulidad de Santo Tomas es un cuadro pintado por Caravaggio en 1602. Fue pintado para los Giuliani. El cuadro muestra a Cristo resucitado ante sus discípulos, pero Tomás se niega a creer, por lo que Jesús le ofrece que toque sus heridas.

ESCULTURA DE LA PLAZA MAYOR

Plaza Mayor de Madrid con la escultura ecuestre de Felipe III

Título:
Estatua ecuestre de Felipe III, 1614
Ubicación:
Plaza Mayor, Madrid
Material:
La estatua está realizada en b
ronce y el pedestal en piedra
Inauguración:
La obra se realiza en 1614, montar
1848 (año de instalación en la Plaza Mayor)
año que aparece en las cinchas inferiores de la silla de